martes, 1 de septiembre de 2009

¡Nunca abandones!

¡Nunca abandones!

¡Sigue intentándolo! Muy a menudo sucede que la última llave abre la puerta. Igualmente, quizás tu última oración sea la que te otorgue la salvación, y tu última meditación la que te otorgue la realización.

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