Por favor cuida a tu pareja.

Voy a decir algo que con seguridad va a molestar a muchos, y que cuando se los explique les va a molestar más, y es que a veces cuidamos más, lo que tenemos seguro, que lo que tenemos inseguro.

Me explico: yo siempre digo, no cuides tanto a tu familia, cuida a tu pareja y la gente se sorprende. ¿Pero como que no voy a cuidar mucho a mi familia? ¡Es mi familia! Y ¡no!, tu familia, que es tu familia, está segura, es tu familia, siempre lo será, nunca se pierde.

¿Ustedes han oído decir a alguien «ahí va mi ex hijo, allí va mi ex padre»? No, ¿verdad?. Pero todos hemos dicho u oído mucho, «allí va mi ex pareja». Entre los padres, los hijos, los hermanos, la familia, que es lo más seguro que se tiene, no hay ningun ex. Ellos están ahí, y por muchos años que duren sin verse, por mucho tiempo que tarden en escribirse o en hablarse, ellos están y estarán allí. Usted no puede decir «aquella señora que va pasando fue mi madre por 35 años». Ella está ahí, ella está segura.

Y es más, les voy a decir otra cosa, de todos los amores, que es tender lazos, de todos los puentes, el amor más débil que existe es el de pareja. En la familia hay lazos poderosos, de sangre, techo, etc. En una pareja no hay lazo o puente que los una. Por eso hay que darlo todo, sin esperar nada, para quedarse con algo. Tener una pareja es como cuidar una flor. Si una flor no se riega, se muere, y si se riega mucho, también. Hay que ser un artista para cuidar una flor. Yo no sé cuidar flores, por eso seré cura...

Por eso, el amor de padre, de madre y de hijo es como tener un «cují coriano», nadie los riega, pero está ahí por siempre. Eso que llamamos amor eterno, se da en papá, en mamá, en un hijo, y en los amigos, que también, puede ser un amor eterno. Pero en una pareja es un amor diario, tiene que cuidarse todos los días.